Síndrome de Angelman
El síndrome de
Angelman es una enfermedad de causa genética que se caracteriza por un
retraso en el desarrollo, una capacidad lingüística reducida o nula, escasa
receptividad comunicativa, escasa coordinación motriz, con problemas de
equilibrio y movimiento, ataxia, estado aparente de alegría permanente, con
risas y sonrisas en todo momento. También se pueden mostrar fácilmente
excitables, con hipermotricidad y déficit de atención. Tiene una incidencia
estimada de un caso cada 15.000 a 30.000 nacimiento.
Síntomas
El síndrome de Angelman no se suele reconocer en los bebés recién nacidos, debido a que los problemas de desarrollo que ocasiona esta enfermedad no son específicos durante este período. Es en torno a los 6-12 meses de edad cuando se produce un retraso en el desarrollo del niño, aunque no hay una pérdida evidente de habilidades por parte del afectado. Tampoco aparece ninguna anomalía en los análisis metabólicos, hematológicos ni en los perfiles químicos de laboratorio, ni se observa ninguna anomalía física, aunque puede haber una atrofia cortical leve o una desmielización.
El síndrome se suele diagnosticar en torno a los 3-7 años de edad, cuando aparecen en el niño conductas y síntomas que evidencian la presencia de la enfermedad. Para que se la diagnostique, es suficiente con que el individuo presente varios de los rasgos típicos, aunque no sean todos.
Síntomas
universales
En todos los individuos afectados por la enfermedad se dan los siguientes síntomas:
- Retraso importante en el desarrollo.
- Capacidad lingüística reducida o nula.
- Escasa receptividad comunicativa, basándose la poca
que hay principalmente en gestos y señales.
- Escasa coordinación motriz, con problemas de
equilibrio y movimiento. Suele aparecer ataxia.
- Estado aparente y permanente de alegría, con risas y
sonrisas en todo momento, siendo fácilmente excitables.
- Hipermotricidad
- Falta de atención
Síntomas
frecuentes
En alrededor del 80% de los afectados por la enfermedad se dan los siguientes síntomas:
- Discapacidad intelectual
- Tamaño inferior del perímetro cefálico respecto al
de los no afectados, que suele derivar en microcefalia en torno a los 2
años de edad.
- Crisis convulsivas normalmente en torno a los 3 años
de edad.
- Electroencefalograma anormal.
Síntomas
raros
En menor frecuencia se dan los siguientes síntomas (entorno al 20% de los afectados los presentan):
- Estrabismo
- Dificultad al tragar
- Lengua prominente
- Mandíbula prominente
- Babeo frecuente
- Achatamiento posterior de la cabeza
- Atracción por el agua
- Hipersensibilidad al calor
- Insomnio
- Hipopigmentación en la piel y en los ojos
- Hiperactividad
Principales
causas genéticas
- Grandes deleciones en el locus: Tienen lugar en el
70-75% de los individuos afectados.
- Otras anormalidades en cromosomas: Tienen lugar en
el 2% de los individuos afectados y se debe a reorganizaciones que causan
ausencia de la región 15q11-13
- Disomía uniparental paterna: Tiene lugar en el 4% de
los individuos afectados, y se puede deber a varios eventos, pero supone
que hay dos copias del cromosoma 15 paterno y ninguna del materno.
- Mutaciones en la diana de la impronta epigenética: Solo tienen lugar en el 1% de los individuos afectados.
- Mutaciones en UBE3A: Tienen lugar en el 3-5% de los individuos afectados.
- Desconocidos: Tienen lugar en el 15% de los individuos afectados. Agrupamos aquí aquellos casos que presentan la enfermedad, pero ninguno de los anteriores defectos genéticos.
Diagnóstico
Existe un consenso sobre el diagnóstico de la enfermedad, que aparece reflejado en el trabajo de Williams et al.[]
A nivel molecular, un primer análisis del cariotipo del individuo para detectar anomalías cromosómicas es la primera opción. Además también se realiza la prueba de FISH con la que gracias a los marcadores cromosómicos detectaremos si hay una deleción en el cromosoma 15.
Algunos laboratorios además de estas dos pruebas realizan otra para obtener una fiabilidad mucho mayor, se trata del test de metilación del ADN. Este test permite identificar el tipo más corriente de Síndrome de Angelman que es la deleción en la región el cromosoma 15.
Alrededor del 80% de los pacientes que presentan Síndrome de Angelman se detectan con estas pruebas, pero el 20% necesitarán otro tipo de comprobación genética encaminada a los análisis para el gen UBE3A, y aun así no todos serán diagnosticados.
Tratamiento
A pesar de que la enfermedad no tiene cura, algunos de sus síntomas pueden ser controlados. La epilepsia se puede regular mediante el uso de medicación anti convulsionante, pero existen dificultades a la hora de definir los niveles de los fármacos. Además, se suelen suministrar sustancias que incrementen el sueño, ya que muchos afectados por el síndrome duermen como máximo 5 horas. En el tratamiento se utilizan principalmente intervenciones kinesiológicas y fonoaudiológicas, así como diversas formas de terapia de apoyo, tales como la musicoterapia, hidroterapia, entre otras. También se suelen utilizar corsés medicinales y/o intervenir quirúrgicamente para el tratamiento de la escoliosis. Sin embargo, existen dificultades rutinarias de alimentación, estreñimiento, reflujo gastroesofágico y estrabismo.
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